Dr. Dray: entre medicina y cosmética.
A veces, para referirnos a los cosméticos utilizamos la palabra “tratamiento”, como si de un medicamento se tratase. De hecho, hay algunos productos que, por sus características y la gran concentración de principios activos que poseen (haciéndolos mucho más efectivos de lo que es habitual en una crema), están a medio camino entre la cosmética tradicional y la medicina. Este es el caso de la gama de la que quiero hablaros hoy, ya que me ha fascinado por su acción tan completa sobre la piel y la enorme experiencia que demuestra el haber desarrollado un producto de estas características. Se trata del Dúo Inteligente Global Action, desarrollado por el Dr. Dray. El tratamiento se compone de una crema y un sérum, diseñados para actuar en sinergia y capaces de reparar múltiples daños de la piel. Contienen ácido hialurónico vectorizado (lo que garantiza que el resultado se mantenga a largo plazo), así como complejos antioxidantes, además de un fito-complejo de células madre marinas que nutren y estabilizan la piel. De esta manera se consigue retrasar el acortamiento de los telómeros, que son los extremos de los cromosomas y que está demostrado que influyen directamente en el envejecimiento. De esta manera, los signos del paso del tiempo no solo se difuminan de nuestra piel sino que, además, se retrasan.
En primer lugar, el sérum Dr. Dray se extiende sobre la piel limpia y seca tanto por la mañana como por la noche mediante un ligero masaje circular y ascendente en escote, cuello y cara, acabando de aplicarlo en la frente y evitando la zona del contorno de ojos. Este sérum está diseñado para tratar la dermis desde el interior, siendo además un producto “inteligente”. Esto quiere decir que es capaz de identificar cuál es la necesidad de cada zona a tratar, ofreciendo la solución necesaria: ilumina, hidrata, estimula la renovación celular, logra un efecto lifting, corrige arrugas y mejora la textura y el tono de la piel.
Por su parte, la crema Dr. Dray se extiende de la misma manera, pero después del sérum y habiendo dejado pasar entre la aplicación de uno y otro al menos un minuto. De esta manera se garantiza la absorción total de sus principios activos. La crema consigue que la piel esté hidratada todo el día gracias al ácido hialurónico vectorizado, que penetra en mayor profundidad, mientras que las células madre marinas que contienen ayudan a nuestra piel a regenerarse. A su vez, sus potentes antioxidantes combaten los radicales libres que dañan nuestra piel día a día, como la exposición al sol, al humo del tabaco o a la contaminación, de tal manera que se retrasa el daño que el paso del tiempo surte en la misma. Así pues, la piel queda reafirmada, hidratada, luminosa y confortable.
Me resulta tremendamente llamativo que, en un país como el nuestro, en el que las intervenciones estéticas están a la orden del día (las españolas somos las europeas que más accedemos a este tipo de tratamientos), no esté mucho más unificada la cosmética con la medicina. Por eso, esta gama diseñada por un doctor como Simón Dray me inspira muchísima confianza, ya que pone al servicio de la estética toda la vanguardia en investigación. De origen francés, el Dr. Dray tiene consultas en Madrid, Barcelona, Ibiza, Almería, París y Londres, donde se ha ido especializando en la práctica de tratamientos no invasivos que permitan rejuvenecer el rostro, pero sin cambiarlo, con unos resultados naturales y que permitan a todos los que se ponen en sus manos seguir siendo ellos mismos, pero mucho mejor.